Extracto de la entrevista realizada por TM Talentos de Málaga para su edición número 13 al pintor Antonio Montiel.
Camino de la imprenta…, a finales de mes tomaremos de nuevo las calles.
TM.- Realmente parece que tuvieras magia en las manos. Es indudable que resulta igualmente importante la técnica como la impresionante expresividad que rezuma de cada trazo que descansa en el lienzo de cada una de tus obras. ¿Cuánto de trabajo, cuánto de inspiración y cuánto de conocimiento?
En mi caso mucha afición, mucha fe y mucha verdad. He sido un gran trabajador porque he creído mucho en mí.
Tengo alma de artista desde niño y eso trajo a lo largo de mi vida gran inspiración. Después, he sido también tremendamente observador y eso me ha llevado algunas veces, a ver más allá. La observación con neutralidad, te lleva al conocimiento real de las cosas.
TM.- «Hijo predilecto de Antequera», «Malagueño del siglo XXI», nombrado «Fallero» en las Fallas de Valencia del año 2000, «Hijo Ilustre del pueblo de Villanueva de la Concepción», «Hijo Adoptivo del pueblo de Almogía» y un larguísimo etcétera… ¿Cuál de todos esos premios, trofeos y reconocimientos guarda un lugar destacado en tu casa y en el corazón?
Todos los reconocimientos son importantes para mí porque son como un aliciente que te ayuda a continuar en una carrera tan complicada como es la artística. Cada uno en su momento, trajo un empuje de alegría, pero quizás del que mejor recuerdo guardo es cuando fui nombrado “Malagueño del siglo XXI” en el Palacio Príncipe de Asturias de Torremolinos. Dos años antes, yo había sido el acompañante de mi gran musa Pepa Flores, que decidió aceptarlo y recogerlo personalmente en ese mismo marco.